Junio 17, 2009: El Sol se encuentra en el punto más bajo de un mínimo del ciclo solar único en su clase en un siglo; las manchas solares han sido enigmáticamente escasas durante más de dos años. Ahora, por primera vez, los físicos solares podrían entender la causa.
En una conferencia de prensa brindada por la Sociedad Astronómica de Estados Unidos, la cual se llevó a cabo hoy, en Boulder, Colorado, los investigadores anunciaron que un chorro de gas en las profundidades del Sol se encuentra migrando más lentamente de lo normal en el interior de la estrella, dando como resultado la falta de manchas solares que se observa en la actualidad.
Rachel Howe y Frank Hill, del Observatorio Solar Nacional (NSO, por su sigla en idioma inglés), ubicado en Tucson, Arizona, usaron una técnica llamada heliosismología para detectar y seguir el rastro de chorros de gas a una profundidad de 7.000 km por debajo de la superficie solar. Cada 11 años, el Sol genera nuevos chorros cerca de sus polos, explicaron los expertos a un grupo de periodistas y colegas que colmaron la sala de conferencias. Estas corrientes de gas, migran lentamente desde los polos hacia el ecuador y cuando un chorro alcanza la latitud crítica de 22 grados, comienza un nuevo ciclo de manchas solares.
Arriba: Un mapa heliosísmico del interior solar. Las bandas inclinadas, de color rojo y amarillo, denotan los chorros de gas en el interior del Sol. Los contornos negros indican la actividad de las manchas solares. Cuando los chorros alcanzan una latitud crítica, cercana a 22 grados, la actividad de las manchas solares se intensifica. [Imagen ampliada] [Más gráficos]
Howe and Hill descubrieron que la corriente de gas asociada con el próximo ciclo solar se ha movido lentamente; le tomó tres años cubrir un rango de 10 grados en latitud, en comparación con solamente los dos años del ciclo solar pasado.
Ahora, el chorro está finalmente llegando a la latitud crítica, anunciando de este modo el regreso de la actividad solar en los próximos meses y durante los años que vienen.
"Es facinante ver", dice Hill, "que justo después de que este aletargado chorro llega a la típica latitud de actividad de 22 grados, un año más tarde, finalmente comenzamos a observar que aparecen nuevos grupos de manchas solares".
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Debido a que fluye por debajo de la superfice del Sol, el chorro de gas no es directamente visible. Hill y Howe trazaron los movimientos ocultos a través de la heliosismología. Las masas en moviento dentro del Sol envían ondas de presión que cruzan el interior estelar. Los denominados "modos-p" ("p" por "presión") rebotan en su interior y provocan que el Sol suene como una enorme campana. Estudiando las vibraciones de la superficie del Sol es posible saber lo que está sucediendo en su interior. Técnicas similares son usadas por los geólogos para crear mapas del interior de nuestro planeta.
En este caso, los investigadores combinaron datos proporcionados por GONG y SOHO. GONG, acrónimo de "Global Oscillation Network Group" (Grupo de la Red Global de Oscilaciones), es una red de telescopios que se encuentra dirigida por el NSO y que mide la vibraciones solares desde varios puntos de la Tierra. El SOHO (Solar and Heliospheric Observatory, en idioma inglés u Observatorio Solar y Heliosférico, en idioma español) hace mediciones similares, pero desde el espacio.
"Este es un descubrimiento importante", dice Dean Pesnell, del Centro Goddard para Vuelos Espaciales, de la NASA. "Muestra cómo los flujos de gas dentro del Sol se encuentran ligados a la creación de manchas solares, y cómo los chorros pueden afectar el tiempo relacionado con el ciclo solar".
Hay, sin embargo, mucho por aprender aún.
"Todavía no entendemos exactamente cómo los chorros de gas provocan la producción de manchas solares", dice Pesnell. "Tampoco comprendemos completamente cómo se generan estos chorros".
Para resolver estos misterios, así como algunos otros, la NASA planea lanzar el Observatorio de Dinámica Solar (SDO, por su sigla en idioma inglés) en los próximos meses. El SDO está equipado con sofisticados sensores heliosismológicos que permitirán examinar el interior del Sol mejor que nunca.
Derecha: Concepto artístico del Observatorio de Dinámica Solar. [Más información]
"El Generador de Imágenes Magnéticas y Heliosísmicas (HMI, por su sigla en idioma inglés), ubicado a bordo del SDO, mejorará nuestro conocimiento sobre estos chorros y otros flujos internos al proveer imágenes del disco completo a profundidades del Sol cada vez mayores", relata Pesnell.
Un continuo seguimiento y estudio de los chorros solares podría ayudar a los investigadores a realizar algo sin precedentes: pronosticar con gran certeza el comportamiento de los ciclos solares en el futuro. ¡Manténgase en sintonía para conocer más sobre el tema!
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