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26 oct 2014

Las cuatro fuerzas - Introducción (II) - El Tamiz

Las cuatro fuerzas - Introducción (II) - El Tamiz:




Las cuatro fuerzas - Introducción (II)


En la primera parte de la historia sobre nuestro conocimiento de las fuerzas hablamos sobre todo de Aristóteles: aunque viajamos muchos siglos en el tiempo, todo lo que vimos eran correcciones a la dinámica aristotélica. Conocimos las mejoras propuestas por Filópono, Avicena y Buridan, y alcanzamos con él el siglo XV. Aunque parezca mentira poco pasó en este campo durante un par de siglos – hacía falta una genialidad poco común, que llegó en el XVII con el divino italiano – si hace falta que diga quién es te doy un pescozón.
Sí, hoy llegaremos, por fin, a la madurez de la dinámica. Será, quiero dejarlo claro, un artículo de babeo infame, pero es inevitable; y, además de baboso, será aún más ladrillaco que el anterior, así que ponte cómodo y disfrutemos para empezar, porque es para disfrutarlo, del genio delicioso de nuestro amigo pisano y sus dos aportaciones, que permitirían a Isaac Newton destruir la dinámica aristotélica para siempre y establecer una nueva.
La primera aportación de Galileo es cualitativa: al contrario que Buridan, el italiano abandona por fin la noción aristotélica de movimiento natural, voluntario y forzado. Para Galileo no tiene sentido decir que el movimiento de una piedra que cae hacia el suelo es más “natural” que el de otra que ha sido lanzada hacia arriba. El movimiento es movimiento y punto. Como recordarás, la idea de Aristóteles era que los seres vivos fuerzan las cosas, y si no fuera por ellos los objetos permanecerían “donde deben”, es decir, en su lugar natural.
Incluso en la descripción de Buridan de la piedra lanzada hacia arriba, la piedra sólo sube porque alguien la ha forzado a hacerlo impartiéndole ímpetu, pero una vez que llega al suelo se queda en su lugar natural. Ahora bien, se pregunta Galileo, ¿es esto siempre cierto? ¿No es posible crear un movimiento totalmente natural en el que un objeto suba? La respuesta es que sí.
Galileo Galilei
Galileo Galilei (1564-1642).
En su Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo (Diálogo sobre los dos principales sistemas del mundo), del que hemos hablado largo y tendido por su discusión sobre geocentrismo y heliocentrismo, el italiano se plantea un experimento mental que destruye la concepción aristotélica de movimiento natural y la distinción entre fuerzas naturales y de otro tipo. El experimento mental es el siguiente: imaginemos que hacemos un túnel a través del centro de la Tierra que va de un punto de la superficie terrestre a su antípoda. Imaginemos también que ponemos una bola en reposoa varios kilómetros de distancia del centro.

20 oct 2014

Las cuatro fuerzas - Introducción (I)




Las cuatro fuerzas - Introducción (I)


Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana, os prometí que algún día dedicaríamos una mini-serie a las cuatro interacciones fundamentales de la Naturaleza, llamada Las cuatro fuerzas. Qué raro es dar nombre a una serie años antes de que se publique, ¿verdad? De cualquier manera, aquí tenéis la primera entrega de esta mini-serie. Mi intención es dedicar un artículo a cada una de las cuatro fuerzas –salvo que me extienda tanto en alguno que lo parta en dos–, además de uno introductorio al concepto de fuerza y probablemente alguno de conclusión o vuelta a alguna de las cuatro con conceptos nuevos.
Para cada una de las cuatro fuerzas mi idea es explicar lo siguiente:
  • En qué consiste, qué la hace especial y cómo descubrimos que existía.
  • Cómo ha ido evolucionando nuestro conocimiento sobre ella.
  • Cuál es nuestra concepción actual sobre la fuerza.
  • Qué hipótesis existen que podrían cambiar nuestra idea sobre ella en un futuro cercano.
Después de terminar, aunque no sé si hará falta o habremos hablado sobre ello en los artículos individuales, me gustaría hablar un poco sobre unificación y las relaciones entre las cuatro (si no hiciera falta nos lo saltamos y punto), y antes de todo quiero hablar sobre el concepto de fuerza en general, ya que es común a las cuatro y algunos saben más que otros sobre lo que significa. Como casi siempre, intentaré no suponer conocimiento previo: habrá muchos enlaces a artículos anteriores para ampliar conocimientos si tienes curiosidad y no los has leído, pero no será necesario hacerlo para seguir la serie.

10 ago 2014

Conoce tus elementos - El cinc - El Tamiz


Conoce tus elementos - El cinc


Nota: Para quienes no estéis al tanto pero os guste aprender química, Álex Girón está empezando una breve serie sobre la tabla periódica en general en El Cedazo que promete ser interesante.
Nuestro recorrido por la tabla periódica en Conoce tus elementos continúa a través de la región de los metales de transición. En las últimas entregas de la serie hemos estudiado cuatro de los metales más importantes para nosotros: hierrocobaltoníquel y cobre –ĺos elementos con 26, 27, 28 y 29 protones respectivamente–. Esto, naturalmente, no es casualidad. Aunque una gran proporción de todos los elementos existentes son metales de transición, las bases de nuestra civilización tecnológica se encuentran aquí, en las primeras “posiciones” dentro de este tipo de elementos. Si has seguido la serie hasta ahora estoy seguro de que entiendes las dos razones fundamentales.
Los metales son elementos maravillosos. Son capaces de formar redes de billones de átomos en las que algunos electrones pertenecen a toda la red y son capaces de moverse casi libremente por todo el metal con la consiguiente capacidad de transmitir energía térmica y corriente eléctrica. Estas redes, aunque suelen ser resistentes, son además flexibles, lo que convierte a los metales en elementos estructurales extraordinarios. Sin embargo, no todos los metales son iguales.
Los metales más “metálicos” –los que se encuentran en los dos primeros grupos de la tabla periódica, a la izquierda–, como el sodio, el potasio o el calcio, son tan reactivos que es casi imposible encontrarlos en estado puro. Además, incluso si podemos aislarlos de los compuestos que los contienen, no tendría sentido construir cables, vigas o máquinas con ellos, puesto que se oxidarían tan rápido que no durarían apenas tiempo en estado puro.
Sin embargo, un poco más allá –al entrar en la región media de la tabla– nos encontramos conmetales más flexibles electrónicamente: no son tan ávidos como los alcalinos de librarse de sus electrones aunque sigan teniendo carácter metálico. Estos metales de transición son los que nos han permitido, como hemos visto a lo largo de los últimos artículos de la serie, construir rascacielos, aviones y ordenadores. Sin embargo, tampoco todos los metales de transición son iguales, y aquí está la clave de por qué hemos visto un puñado de metales conocidísimos de manera consecutiva.

8 ago 2014

Premios Nobel - Física 1919 (Johannes Stark) - El Tamiz


Premios Nobel - Física 1919 (Johannes Stark)


En la última entrega de la serie de los Premios Nobel hablamos del Nobel de Química de 1918, entregado al alemán Fritz Haber por lograr sintetizar amoníaco a partir de nitrógeno e hidrógeno. Hoy, por lo tanto, avanzamos un año y llegamos al período de entreguerras, para conocer el Nobel de Física de 1919, otorgado al alemán Johannes Stark, en palabras de la Real Academia Sueca de las Ciencias,
Por su descubrimiento del efecto Doppler en los rayos canales y el desdoblamiento de líneas espectrales en el interior de campos eléctricos.
Sé que la cosa suena bastante abstracta, pero si has leído el resto de la serie –en un momento digo cuáles son los artículos relevantes– creo que no te costará demasiado entender la importancia del doble descubrimiento de Stark y también que se trata de dos descubrimientos hasta cierto punto lógicos. Intentaré además mantener controlada mi antipatía hacia Stark, al menos hasta llegar a su causa, para que sus defectos de carácter no empañen la belleza de sus descubrimientos.
Además de este aviso sobre mi falta de objetividad, uno más: me ha salido un ladrillo bastante denso, sin demasiadas imágenes –no había muchas relevantes– y como no tengo apenas tiempo de releerlo, seguramente tiene aún más erratas que de costumbre… pero según me las digáis, las corrijo.

3 ago 2014

Podcast 201: Cristalografía cotidiana | Fundación CIENTEC

Podcast 201: Cristalografía cotidiana

Extracto del Poster del Año Internacional de la Cristalografía 2014
Creado:
 22 de Abril del 2014
Escuche el podcast: Cristalografía cotidiana
¡Feliz año de la cristalografía! Quizá no lo sabías, pero la Unesco declaró el 2014 como el Año Internacional de la Cristalografía.
La cristalografía estudia los cristales, cómo se forman y sus propiedades. Pensá por un momento en cristales como diamantes y piedras preciosas. El diamante, por ejemplo, está hecho de carbón, el mismo carbón que hay en un lápiz. ¡Asombroso!
¿Te preguntás cómo pueden ser tan distintos el grafito y el diamante? La cristalografía nos guía para encontrar la respuesta.
El especialista en cristalografía de la Universidad de Granada España Dr. Juan Manuel García Ruiz, te cuenta qué es un cristal.
Efectivamente, es el año que celebramos el año internacional de la cristalografía. Es una disciplina que es poco conocida entre el público en general, pero sin embargo tiene una importancia tremenda. Los cristales no son otra cosa que la materia ordenada, así cuando la materia se ordena en apilamientos muy pequeñitos, perfectamente cristalizados. Un ejemplo clásico son los diamantes, las joyas, eso es lo que habitualmente la gente conoce por cristales.
Gracias a la cristalografía hoy entendemos por qué un diamante es diferente a una pieza de grafito. La diferencia está en cómo se acomodan los átomos de carbón, es decir, en la estructura cristalina.
Hasta hace 100 años se encontró la herramienta que permitió estudiar la estructura de los cristales por primera vez. La difracción de los rayos X.
Si colocas tu mano en la trayectoria de un haz de luz, proyectarás una sombra particular. La difracción de rayos X funciona de manera similar. Un objeto cristalino en el camino de un haz de rayos X dispersará estos rayos en un patrón específico. Con detectores especiales se determina el patrón de difracción. El patrón formando es como la huella dactilar del cristal, único para cada conformación. Y para conmemorar el centenario de este descubrimiento, se dedica el 2014 a la cristalografía.
Un objetivo de celebrar el año de la cristalografía es popularizar el hecho de que los cristales son más cotidianos de lo que pensamos. En menos de 1 minuto, el Dr. Juan Manuel García Ruiz, te muestra otros 5 ejemplos de cristales cotidianos que encontrarás sin salir de tu casa.
Nuestro cuerpo se sostiene porque tenemos un esqueleto que está hecho de cristales de fosfato de calcio y los dientes son dientes de fosfato cálcico y el sistema del equilibrio, es decir nosotros no nos caemos por unos cristales que tenemos en el oído interno que son de carbonato cálcico. Y cuando te levantas en la mañana y ves el despertador los números están en cristales líquidos, y te vas a lavar los dientes y usas una pasta que está hecha de nanocristales, que sirven para limpiarte los dientes de cristales que están hechos de fosfato cálcico. Prácticamente todo en nuestra vida cotidiana está basado en los cristales.
Como ves, los cristales te rodean y te conforman. Unite a la celebración de este año internacional de la cristalografía 2014. Se realizarán muchas actividades y se divulgarán recursos para seguir aprendiendo.

Guión: Stefany Díaz Valerio
Edición y  publicación: Alejandra León Castellá, CIENTEC
Locución: Mariana Rivera Ramírez
Técnico de Edición: Leonardo León Saavedra
Entrevistado Dr. Juan Manuel García Ruiz, especialista en cristalografía de la Universidad de Granada España. Entrevista facilitada por la unidad de divulgación de la UCR.
Referencias: 
Video del Año Internacional de la Cristalografía (inglés), panfleto en español
Juegos del Año Internacional de la Cristalografía.
Perfil de facebook del Año Internacional de la Cristalografía (España)


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5 feb 2014

Sobre agujeros negros | Teknociencia.com

Sobre agujeros negros

Resumen de los últimos resultados teóricos de actualidad, incluido el de Hawking sobre agujeros negros.
Title Rapidly rotating black hole accreting matter Released 27/02/2013 7:00 pm Copyright NASA/JPL-Caltech Description ESA’s XMM-Newton and NASA’s NuSTAR have detected a rapidly rotating supermassive black hole in the heart of spiral galaxy NGC 1365. The rate at which a black hole spins encodes the history of its formation. An extremely rapid rotation could result from either a steady and uniform flow of matter spiralling in via an accretion disc (as shown in this artist impression) or as a result of the merger of two galaxies and their smaller black holes. Also depicted in this image is an outflowing jet of energetic particles, believed to be powered by the black hole’s spin. The regions near black holes contain compact sources of high energy X-ray radiation thought, in some scenarios, to originate from the base of these jets. The nature of the X-ray emission enables astronomers to see how fast matter is swirling in the inner region of the disc, and ultimately to measure the black hole's spin rate.
Title Rapidly rotating black hole accreting matter
Released 27/02/2013 7:00 pm
Copyright NASA/JPL-Caltech
Description
ESA’s XMM-Newton and NASA’s NuSTAR have detected a rapidly rotating supermassive black hole in the heart of spiral galaxy NGC 1365. The rate at which a black hole spins encodes the history of its formation. An extremely rapid rotation could result from either a steady and uniform flow of matter spiralling in via an accretion disc (as shown in this artist impression) or as a result of the merger of two galaxies and their smaller black holes.
Also depicted in this image is an outflowing jet of energetic particles, believed to be powered by the black hole’s spin. The regions near black holes contain compact sources of high energy X-ray radiation thought, in some scenarios, to originate from the base of these jets. The nature of the X-ray emission enables astronomers to see how fast matter is swirling in the inner region of the disc, and ultimately to measure the black hole's spin rate.
Los agujeros negros siempre han dado mucho juego. La realidad es que no hemos visto seguro ninguno de ellos, pero determinados fenómenos que se observan en el Cosmos sólo se explican bien si se recurre a ellos o, al menos, a objetos increíblemente compactos.

El problema es cuando se va a los detalles y se trata de hilar fino. En ese caso tienen la ventaja de poner a pruebas las distintas teorías físicas de las que disponemos. No se trata de que algún agujero negro nos afecte directamente, sino cómo afecta el concepto de agujero negro a nuestras teorías o a la compatibilidad entre ellas.
Un agujero negro es un objeto con un campo gravitatorio tan intenso que cualquier cosa que caiga, incluso la luz, no puede escapar. Hay una frontera, llamada horizonte de sucesos, que si se cruza no hay vuelta atrás. En el caso más simple este horizonte de sucesos es una esfera con un radio igual al de Schwarzschild.
blackhole_lab
La forma habitual de obtener un agujero negro es acumular suficiente materia en una región de espacio muy pequeña, por ejemplo, partiendo del núcleo en colapso de una supernova de tipo II. A partir de una densidad dada la fuerza gravitatoria es capaz de vencer cualquier presión en contra, incluso el principio de exclusión de Pauli de los neutrones en una estrella de neutrones, y toda la materia colapsa según la Relatividad General en un punto denominado singularidad.
La singularidad es un punto en donde hay una densidad infinita. Además, como la masa-energía crea una curvatura del espacio-tiempo que lo rodea, la curvatura del propio espacio-tiempo también sería infinita e la singularidad.

Resumiendo, un agujero negro consta de una horizonte y un punto en el interior que es una singularidad y entre medias sólo hay espacio vacío muy curvado. Bueno, esta es la idea de un agujero negro asintótico en el tiempo. Debido a que la curvatura del espacio-tiempo es muy pronunciada entonces hay una gran dilatación temporal, por lo que en el interior las cosas transcurren muy lentamente y la materia puede estar todavía colapsando y no haberse formado todavía la singularidad cuando en el exterior han pasado miles de millones de años.
Aquí nos surge un primer problema. El concepto de singularidad escapa a la posibilidad de predicción de la Física, pues de una singularidad puede salir cualquier cosa. Desde el punto de vista clásico no pasa nada porque la singularidad no está desnuda al está protegida por el horizonte de sucesos, simplemente es imposible verla.
Se cree que desde el punto de vista cuántico no hay tal singularidad, sino que llegados a la escala de Planck la materia no se puede comprimir más porque hay un análogo al principio de exclusión de Pauli que afecta al propio espacio. Los átomos de espacio no pueden ocupar un mismo lugar y se impide que el espacio (y la materia que pueda contener) se comprima más. Así que asunto liquidado, en principio. Lo malo es que no tenemos una teoría cuántica de gravedad y estos resultados se obtienen con modelos de juguete.
Pero si aplicamos la Mecánica Cuántica al horizonte de sucesos ocurren más cosas curiosas, tal y como descubrió Hawking en su día. En el horizonte de sucesos se forman pares de partícula-antipartícula virtuales gracias al principio de incertidumbre. Una de ellas puede caer al agujero y la otra ya no tiene con quien aniquilarse y adquiere consistencia real. La que cae lleva masa negativa que hace disminuir la masa del agujero. Desde fuera es como si el agujero negro se evaporara y tuviera una temperatura. Este tipo de trabajos permitió, por tanto, definir una entropía en los agujeros negros que depende de la masa del mismo (o de su área, ya que son equivalentes). El resultado es que el agujero negro se va evaporando hasta que desaparece. Lo malo es que en ese caso la singularidad, si existe, se deja ver, está desnuda.
Un problema que siempre ha estado relacionado con los agujeros negros es el problema de la información, asunto sobre el cual Hawking hizo una de sus típicas apuestas. Los físicos asumen en general que la información en Física puede ser alterada, cambiada de lugar o arrojada a sitios en donde es difícil de recuperar, pero que nunca puede ser destruida, incluso bajo el punto de vista cuántico. El problema y paradoja surge cuando consideramos la información que va a parar al “olvidadero” que constituye un agujero negro. La información parece ser destruida una vez cruza el horizonte de sucesos.
Los trabajos de Gerard ‘t Hooft , Juan Maldacena y Leonard Susskind permitieron introducir el principio de complementariedad.
Según este principio los observadores de dentro y fuera del horizonte de sucesos pueden tener descripciones complementarias o equivalentes de la misma física cuántica y que, por tanto, toda la información cuántica que entra en el agujero negro acaba siendo emitida en la radiación de Hawking sin violar la evolución unitaria del estado cuántico. Así que la radiación de Hawking, aunque parezca puramente térmica, contiene la información de todo lo que cayó en el agujero, por lo que el Universo no perdería información en estos objetos al no ser esta destruida.
En octubre pasado veíamos en NeoFronteras un resultado que causó mucho revuelo en el mundillo. Según Joseph Polchinski y Donald Marolf el espacio no es suave en las cercanías del horizonte de sucesos como se había asumido hasta ahora, sino que hay una división, frontera u horizonte al que llamaron “muro de fuego”, un muro de energía que podría ser el fin del espacio-tiempo tal y como lo conocemos y que nos salvaría de la paradoja de la información. Cualquier cosa que chocara contra ese muro se disolvería en sus bits de información constituyentes, así que la información se conserva al no pasar al interior. El horizonte de sucesos no puede ser cruzado y el agujero negro “tiene pelos”. Pero esto contradice la Relatividad General, pues según esta teoría el cruce de horizontes de sucesos debe ser suave y no tener sobresaltos.
Algunos físicos que estudiaron en principio esta idea se resistieron a aceptarla al considerar este “muro de fuego” como demasiado extraño o artificial. Pero nadie parecía encontrar argumentos válidos en contra de su existencia sin sacrificar alguna cosa. Desde entonces han estado buscando maneras de eliminar este muro de fuego.
Ahora llega Hawking y escribe un artículo corto de dos páginas netas sin fórmulas (algo que para él ya debe ser muy difícil de escribir, dado su estado) que ha causado cierto revuelo el los medios, principalmente porque los periodistas no lo han entendido. Hay que decir, de todos modos, que incluso para los expertos es difícil de interpretar un texto sin ecuaciones y nada resiste un análisis pormenorizado de cada frase sin que aparezcan imperfecciones.
Hawking no afirma que no existan los agujeros negros, en concreto dice lo siguiente:
“The absence of event horizons means that there are no black holes – in the sense of regimes from which light can’t escape to infinity.”
“La ausencia de horizontes de sucesos significa que no hay agujeros negros – en el sentido de regímenes a partir de los cuales la luz no puede escapar al infinito.”
Lo malo es que algunos se han quedado sólo con la copla de la no existencia de agujeros negros, cuando lo que niega es el concepto de horizonte de sucesos estándar. Justo después dice que, sin embargo, hay horizontes de sucesos aparentes que persisten durante un gran tiempo.
Estos horizontes de sucesos aparentes serían superficies en las cuales se atraparía la luz y cuya forma variaría debido a las fluctuaciones cuánticas.
En estudios previos en los que se ha jugado con un concepto similar se llegó a la conclusión de que estas superficies no serían distinguibles de un horizonte de sucesos estándar. Pero Penrose dedujo resultados que indicarían que son distinguibles. En resumen, el asunto está poco claro.
La ventaja de la idea de Hawking es que, según él, se elimina el “muro de fuego”. Además Hawking sugiere que lo que hay debajo de ese horizonte es caótico, por lo que toda información que salga de ahí es casi imposible de interpretar. Es decir, la información no es destruida en un agujero negro, pero no es útil. Sería como tratar de predecir el tiempo atmosférico con semanas de anticipación.
La comunidad científica está todavía estudiando el asunto y algunos, o muchos, no están convencidos. Acusan a Hawking de sustituir el “muro de fuego” por un “muro de caos”. Otros incluso creen que la idea no impide la formación de un muro de fuego.
Por otro lado, Carlo Rovelli ha publicado un artículo muy especulativo en el que sustituye la singularidad del agujero negro por una estrella de Planck. Rovelli, al que el que escribe conoció en una conferencia, trabaja en teoría cuántica de gravedad, concretamente en teoría cuántica de lazos, y es una persona amena contando cosas. Se ha usado esta teoría para eliminar las singularidades, pero, en este trabajo, Rovelli no emplea a fondo esta idea.
a cuestión es qué queda cuando se evapora un agujero negro. Una singularidad desnuda es un asunto muy feo, así que en este caso la sustituye por una estrella de Planck, un objeto muy compacto, pero no infinitamente denso. La estrella de Planck es deducida a partir de la ecuación de Friedman y algunos conceptos de gravedad cuántica. Sería un objeto (una bolita) con una densidad de Planck, es decir la masa de Planck dividida por la longitud de Planck al cubo. Es decir 2?c5/hG2, en donde c es la velocidad de la luz, h la constante de Planck y G la constante de gravitación universal. Una estrella con la masa del Sol que colapsara hasta una estrella de Planck tendrían un tamaño de 10-12 metros. Que es cien veces más pequeño que un átomo, pero 1000 veces más grande que un núcleo atómico. Es un objeto muy compacto, pero está a escala de laboratorio. Cuando se habla de la escala de Planck el problema es que se hablan de distancia o energías fuera del límite experimental, que además es la escala a la que operaría la gravedad cuántica.
Rovelli y Francesca Vidotto no proponen un mecanismo que supuestamente impide el colapso total indefinidamente al no ser necesario. Temporalmente, eso sí, habría una presión cuántica que se opondría a la gravedad. La cuestión está en el tiempo que permanece en ese estado o fase metaestable.
La vida media de una estrella de este tipo es muy corta si lo medimos en su tiempo propio. Pero, debido a la dilatación temporal, un observador que se encontrara en el interior del agujero negro vería que su formación necesita más tiempo que el necesario para la evaporación del agujero negro por radiación Hawking.
Según se evapora el agujero negro, el radio de la estrella de Planck aumenta debido a un rebote producido por una supuesta repulsión gravitatoria debida a las propiedades cuánticas del espacio-tiempo. Pero, al tiempo, el radio del horizonte de sucesos disminuye hasta que ambos coinciden. Entonces se produce la evaporación efectiva del agujero negro y lo que queda como remanente es una estrella de Planck, pero no una singularidad ni un objeto a la escala de Planck.
Encima, esta idea resuelve el problema de la pérdida de información y elimina el “muro de fuego”. Toda la información cuántica que se tendría que “evaporar” se queda en la estrella de Planck. Además, esta estrella reduce el tiempo de evaporación de tal modo que el argumento usado para la formación del “muro de fuego” por sus proponentes no puede ya usarse.
Obviamente la idea de la estrella de Planck está todavía en pañales y no hay buenos argumentos teóricos a su favor, entre otras cosas, ¡cómo no!, porque no tenemos una teoría cuántica de la gravedad que prediga la existencia de ese tipo de objetos o que los justifique suficientemente.
Pero lo más importante es que Rovelli afirma que estas estrellas se podrían detectar experimentalmente siempre y cuando haya agujeros negros primordiales (generados durante el Big Bang y con una masa de 1012 kg) evaporándose en la actualidad, algo que es muy discutible porque no hay pruebas de que tales agujeros negros existan. Pero si es así y se detectan la teoría podría esperar un poco ante la evidencia experimental.

Portal de recursos para la Educación, la Ciencia y la Tecnología.

20 nov 2013

¿Y si el Big Bang no existió? | Teknociencia.com

¿Y si el Big Bang no existió?

Proponen que nuestro universo se originaría a partir del colapso estelar de una supernova de un universo de dimensión superior.
El Big Bang lo tenemos asumido como el mejor paradigma posible para explicar el origen del Universo, pero de vez en cuando aparece alguna alternativa. Al fin y al cabo, algunos aspectos del Big Bang no están del todo claros y otros han sido resueltos de manera poco elegante, aunque todos las medidas experimentales apoyan hasta ahora este modelo.
En 2000 se publicó un trabajo interesante realizado por Gia Dvali, de la Universidad Ludwig Maximilians en Munich, y sus colaboradores. Este grupo de físicos propuso un mecanismo por el cual una gravedad newtoniana tridimensional podía emerger a partir de un espacio cuatrimensional (a partir de este punto vamos a obviar la dimensión temporal que asumiremos siempre presente).
A este trabajo no se les prestó mucha atención hasta que recientemente Niayesh Afshordi, del Perimeter Institute for Theoretical Physics en Waterloo (Canada), y sus colaboradores desarrollaron un poco más esta idea. Publicaron hace unos días sus hallazgos en el repositorio ArXiv.
Quizás lo que percibimos como universo y como Big Bang no sea más que una apariencia y que, en realidad, nuestro universo no es más que una brana tridimensional dentro de un espacio cuatridimensional producto de un colapso estelar de un universo superior.
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En ese universo cuatrimensional habría estrellas cuatridimensionales que, si fueran masivas, colapsarían en agujeros negros. Esos agujeros negros tendrían un horizonte de sucesos cuya “superficie” sería tridimensional. Pues bien, según este nuevo trabajo, las condiciones de una brana en las cercanías de ese horizonte según colapsa la estrella original parecen remedar las condiciones del Big Bang.
El modelo del Big Bang presenta el problema de que no hay mecanismo que permita a partir de la singularidad inicial en t=0 generar el propio Big Bang. Es de suponer que una teoría cuántica de gravedad podría arrojar un poco de luz sobre el asunto, pero de momento no tenemos esa teoría. El propio Big Bang se asume como un hecho demostrado por varias pruebas experimentales que apoyan lo que pasó justo después, pero no sobre instante inicial.
Otro problema que presentaba el Big Bang es la gran homogeneidad e isotropía del Universo. Miremos a donde miremos todo parece ser muy parecido, sobre todo el fondo cósmico de microondas. Pero no hubo tiempo para que todo termalizase y se pusiera a la misma temperatura. La solución a esto vino de la idea de la Inflación. Según esta hipótesis el Universo experimento una expansión muy acelerada (hiperlumínica, pues el límite de la velocidad de la luz es aplicable a los objetos que se mueven dentro del espacio, pero no se aplica a la expansión del propio espacio). El universo observable sería una pequeña parte de un universo mucho mayor y este universo observable provendría de un pequeño punto ya termalizado antes de la inflación y por eso se nos antoja ahora homogéneo e isótropo. La inflación habría además amplificado las pequeñas fluctuaciones primordiales que habrían introducido pequeñas inhomogeneidades en donde la gravedad pudo hacer crecer las galaxias. Estas pequeñas fluctuaciones son las que supuestamente se aprecian en el fondo cósmico de radiación gracias a las misiones WMAP y Planck.
No está claro qué pudo provocar la inflación. Se ha asumido que pudo hacerlo un campo escalar mediado por una partícula denominada inflatón. Incluso algunas versiones del bosón de Higgs podrían haber hecho el trabajo. El problema es que la inflación pudo haber sido demasiado caótica como para poder conseguir la homogeneidad que precisamente trata de imponer. Tampoco se ha encontrado aún el campo o partícula responsable de la inflación.
Este equipo de investigadores ha estudiado en detalle la explosión y colapso de una estrella cuatrimensional. Descubrieron que en este caso la eyección de material estelar en una brana tridimensional por encima del horizonte de sucesos describe muy bien lo que llamamos Big Bang, solucionando el problema de la homogeneidad, pues nuestra brana 3D heredaría la termalización del universo 4D previo. Además, en este modelo no hay una singularidad inicial. Esa brana estaría en expansión y encajaría con la expansión que observamos. Si se extrapola esa expansión hacia atrás en el tiempo parecería que hubo un Big Bang y una singularidad inicial, pero no sería más que una apariencia.
Lo bueno de esta idea es que proporciona predicciones contrastables (es un requerimiento para que sea científica). Predice unos patrones en el fondo cósmico de microondas que pueden ser medidos.
Lo malo es que los patrones observados encajan mejor con el modelo Big Bang inflacionario que con esta idea. Afshordi espera resolver esta discrepancia de un 4% de alguna manera en el próximo futuro.
El otro gran problema es que no resuelve el origen del Universo, pues retrotrae el problema a un universo cutrimensional previo. Es el mismo problema que tiene la panspermia. Si la vida llegó a la Tierra desde fuera, ¿cómo surgió la vida en ese otro sitio?
Actualización:
Esta propuesta es distinta de aquella que mantiene que un agujero negro de nuestro universo puede dar lugar en su interior a otro universo y sobre la que, por ejemplo, Smolin se basa para su ideo de la selección darwiniana de universos.
Teoría actual del Big Bang
La teoria del Big Bang y el origen del Universo
El Big Bang, literalmente gran estallido, constituye el momento en que de la "nada" emerge toda la materia, es decir, el origen del Universo. La materia, hasta ese momento, es un punto de densidad infinita, que en un momento dado "explota" generando la expansión de la materia en todas las direcciones y creando lo que conocemos como nuestro Universo.
Inmediatamente después del momento de la "explosión", cada partícula de materia comenzó a alejarse muy rápidamente una de otra, de la misma manera que al inflar un globo éste va ocupando más espacio expandiendo su superficie. Los físicos teóricos han logrado reconstruir esta cronología de los hechos a partir de un 1/100 de segundo después del Big Bang. La materia lanzada en todas las direcciones por la explosión primordial está constituida exclusivamente por partículas elementales: Electrones, Positrones, Mesones, Bariones, Neutrinos, Fotones y un largo etcétera hasta más de 89 partículas conocidas hoy en día.
En 1948 el físico ruso nacionalizado estadounidense George Gamow modificó la teoría de Lemaître del núcleo primordial. Gamow planteó que el Universo se creó en una explosión gigantesca y que los diversos elementos que hoy se observan se produjeron durante los primeros minutos después de la Gran Explosión o Big Bang, cuando la temperatura extremadamente alta y la densidad del Universo fusionaron partículas subatómicas en los elementos químicos. Cálculos más recientes indican que el hidrógeno y el helio habrían sido los productos primarios del Big Bang, y los elementos más pesados se produjeron más tarde, dentro de las estrellas. Sin embargo, la teoría de Gamow proporciona una base para la comprensión de los primeros estadios del Universo y su posterior evolución. A causa de su elevadísima densidad, la materia existente en los primeros momentos del Universo se expandió con rapidez. Al expandirse, el helio y el hidrógeno se enfriaron y se condensaron en estrellas y en galaxias. Esto explica la expansión del Universo y la base física de la ley de Hubble.
Según se expandía el Universo, la radiación residual del Big Bang continuó enfriándose, hasta llegar a una temperatura de unos 3 K (-270 °C). Estos vestigios de radiación de fondo de microondas fueron detectados por los radioastrónomos en 1965, proporcionando así lo que la mayoría de los astrónomos consideran la confirmación de la teoría del Big Bang.
Uno de los problemas sin resolver en el modelo del Universo en expansión es si el Universo es abierto o cerrado (esto es, si se expandirá indefinidamente o se volverá a contraer).
Un intento de resolver este problema es determinar si la densidad media de la materia en el Universo es mayor que el valor crítico en el modelo de Friedmann. La masa de una galaxia se puede medir observando el movimiento de sus estrellas; multiplicando la masa de cada galaxia por el número de galaxias se ve que la densidad es sólo del 5 al 10% del valor crítico. La masa de un cúmulo de galaxias se puede determinar de forma análoga, midiendo el movimiento de las galaxias que contiene. Al multiplicar esta masa por el número de cúmulos de galaxias se obtiene una densidad mucho mayor, que se aproxima al límite crítico que indicaría que el Universo está cerrado. La diferencia entre estos dos métodos sugiere la presencia de materia invisible, la llamada materia oscura, dentro de cada cúmulo pero fuera de las galaxias visibles. Hasta que se comprenda el fenómeno de la masa oculta, este método de determinar el destino del Universo será poco convincente.
Muchos de los trabajos habituales en cosmología teórica se centran en desarrollar una mejor comprensión de los procesos que deben haber dado lugar al Big Bang. La teoría inflacionaria, formulada en la década de 1980, resuelve dificultades importantes en el planteamiento original de Gamow al incorporar avances recientes en la física de las partículas elementales. Estas teorías también han conducido a especulaciones tan osadas como la posibilidad de una infinidad de universos producidos de acuerdo con el modelo inflacionario. Sin embargo, la mayoría de los cosmólogos se preocupa más de localizar el paradero de la materia oscura, mientras que una minoría, encabezada por el sueco Hannes Alfvén, premio Nobel de Física, mantienen la idea de que no sólo la gravedad sino también los fenómenos del plasma, tienen la clave para comprender la estructura y la evolución del Universo.

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