Sabíamos que el futuro del Sistema Solar pasa por la violencia, pero no que las más recientes simulaciones indican una pequeña posibilidad de que en este futuro la Tierra se vea protagonista de una colisión contra Marte, Venus o Mercurio.
A pesar de su diminuto tamaño, Mercurio supone el mayor riesgo para el orden del Sistema Solar. Hay un 1% de probabilidades (pequeño, pero mayor que los riesgos de que fallen las misiones espaciales) de que la elongación de la órbita de Mercurio aumente hasta el punto de que se cruce con la órbita de Venus. Es entonces cuando se formaría el pandemonium planetario y Mercurio sería expulsado fuera del Sistema Solar, o bien estrellarse contra algún planeta vecino, como la Tierra. Los investigadores, sin embargo, nos tranquilizan. “Aunque es posible que ocurra una colisión en los próximos miles de millones de años, es altamente improbable”.
Los científicos realizaron un total de 2.501 simulaciones, siendo 25 de ellas las que llevaron a irregularidades en la órbita de Mercurio, chocando con Venus o con el Sol y viendo cómo el resto del Sistema Solar se vería muy afectado.
Pero, además, aunque todavía mucho más improbable, se podría dar el caso de que el comportamiento de Mercurio desestabilizara todo el Sistema Solar interior, el formado por los primeros cuatro planetas, haciendo que incluso Venus o Marte pudieran chocar con nuestro planeta. Para ello, la órbita de Mercurio tendría que verse desestabilizada por la de Júpiter, este fenómeno desestabilizaría a Marte, que se vendría muy cerca de la Tierra. Sólo entonces se daría esta remotísima posibilidad.
Y es que, aunque los planetas parecen muy estables en sus órbitas, no es así, y cualquiera puede influir en otro gravitacionalmente. Los astrónomos sostienen que los planetas del Sistema Solar estuvieron en diferentes órbitas a las de ahora hasta que migraron hasta las actuales.
Y si algún planeta choca contra nosotros, lo mismo después tenemos otra Luna. ¿Sería este planeta el nuevo Theia?
Fuente | LiveScience
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