Isaac Newton (1643 - 1727) fue uno de los mayores científicos de todos los tiempos. Entre sus principales descubrimientos figuran los trabajos sobre luz y óptica y el desarrollo del cálculo matemático. Pero, sobre todo, lo que hizo de Newton uno de los mejores científicos de la historia fueron sus Leyes de Newton.
Las leyes de Newton son las siguientes:
1. Todo cuerpo persevera en su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser en tanto que sea obligado por fuerzas impresas a cambiar su estado.
Un cuerpo siempre estará en reposo, o en movimiento uniforme (sin aceleración, a velocidad constante) y rectilíneo a no ser que algo le perturbe. Imagina que estamos en el vacío perfecto y lanzamos una pelota de tenis al aire. Esa pelota se mantendrá por los siglos de los siglos a la misma velocidad inicial y siguiendo la misma dirección, a no ser que le apliquemos otra fuerza que aumente o disminuya su velocidad o cambie su dirección. En la Tierra, esto no es posible, porque tenemos el problema de la gravedad, que sigue las mismas leyes que la gravitación universal.
Por ello, en el vacío, un cuerpo no caería, o caería eternamente, como queramos verlo.
2. El cambio de movimiento es proporcional a la fuerza motriz y ocurre según la línea recta a lo largo de la cual aquella fuerza se imprime.
Esta definición queda más clara si usamos la ecuación de la segunda ley de Newton:
F = ma
El cambio en el movimiento viene dado por la aceleración a, que tiene la misma dirección que F. La aceleración es proporcional a la fuerza que le apliquemos a un objeto. Conociendo la aceleración que le imprimimos, conoceríamos a la postre la velocidad resultante (que sería la velocidad inicial sumada a la velocidad causada por la aceleración) y el movimiento.
3. Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas.
El ejemplo más claro de esta ley lo tenemos al inflar un globo de aire. Si soltamos la boquilla, el globo saldrá disparado mientras se va vaciando del aire que le hemos introducido. Esto es porque el globo expulsa el aire que introdujimos, empujando a la atmósfera, y la atmósfera le devuelve el empujón. Es el mismo principio que utlizan los motores a reacción (como los de los aviones).
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